Ruta Parque de Redes, Puerto de Tarna - Brañagallones - Bezanes
Ruta Parque de Redes, Puerto de Tarna - Brañagallones - Bezanes.
La ruta parte desde el Puerto de Tarna donde tomamos a la derecha la carretera al Puerto de las Señales, un primer tramo que nos sirve para entrar en calor. Son aproximadamente las 9.00 de la mañana y no ha dejado de llover desde las siete y media de la mañana, hora a la que salimos de Tineo, ¡ Ya hay que tener afición!, además hace bastante frio lo que hace los primeros kilómetros de travesía algo durillos.
En el Puerto de las Señales
Desde este primer puerto comenzamos un pequeño descenso por carretera hasta la segunda gran curva, la que está a la entrada de un llamativo valle, el del rio Pinzón. Cogemos la pista que corre paralela al rio por la ladera izquierda hasta su cabecera por un agradable camino entre un bosque de hayedos, para terminar en lo alto de un collado donde el camino practicamente desaparece. En este punto la mayoria de las rutas consultadas aconsejan seguir por el cordal hasta el siguiente collado. Nosotros optamos por seguir una leve sombra de camino que desciende por la parte izquierda de la loma directamente serpenteando por la ladera en un recorrido complicado y bastante técnico hasta la majada de La Libiada. Desde aquí bajamos por una pista en un rápido descenso hasta la carretera del Puerto de San Isidro.
EL Valle del Rio Pinzón
Carretera de circunvalación a la Libiada
Una vez que hemos llegado todos a este punto ascendemos por la carretera del Puerto hasta llegar debajo de la urbanización y tomamos lo que se denomina camino real de Wamba valle arriba hasta el Collado Acebal. El tiempo no nos da tregua ,apenas ha dejado de llover durante media hora y el frio a esa altitud nos deja a casi todos algo tocados. El Collado no sé exactamente a que altura está pero los picos circundantes rondan todos los 2.000 metros de altitud y están tan cerca que desde el Collado parece que tan sólo son unos pocos metros de desnivel.
Después de un pequeño descanso al abrigo de una cabaña iniciamos el descenso hacia la majada de Mericuria, visible más abajo. Este tramo es altamente técnico, muy pendiente y ciertamente peligroso, de hecho hubo algún que otro percance sin mayor relevancia.
Una vez en la majada de Mericuria el camino se coge por la derecha, es una pista muy poco marcada y que practicamente se coge por intuición. Poco a poco el camino se va haciendo más marcado a medida que se va adentrando en un impresionante hayedo, desembocando en una pista forestal que nos lleva a toda velocidad hasta Brañagallones donde estaba previsto parar a comer en el Hotel Restaurante que hay en esta braña. Esta ruta ya estaba programada con anterioridad y se reservó la comida con antelación advirtiendo a los encargados de este hotel que podiamos llegar a comer tal vez un poco tarde. Por teléfono no había problema de ningún tipo pero al llegar a Brañagallones nos atendieron a regañadientes. Si bien asumo la responsabilidad de este comentario a título particular salimos todos con la misma impresión... la de haber comido pesimamente mal, por lo que no aconsejo a nadie parar allí a comer, llévense bocadillos de casa.
Una vez que salimos del chiscón de Brañagallones afrontamos la última parte de la ruta, la bajada hasta Bezanes por la pista que discurre sobre los precipicios del rio Monasterio. En este tramo es imprescindible llevar la mecánica de la bicicleta en perfectas condiciones y muy especiálmente los frenos. El descenso es salvaje, muy rápido y pronunciado, por una pista ámplia y en buenas condiciones hasta Bezanes punto final de esta ruta de algo más de 40 kilómetros.